Las y los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI votaron en contra de la prohibición de los vapeadores y de diversas reformas en materia de salud, al asegurar que estas medidas no atienden el problema de las adicciones y podrían abrir espacios al crimen organizado. Encabezados por su coordinador, Rubén Moreira Valdez, señalaron además que la reforma centraliza indebidamente los servicios de salud y evade la obligación del Estado de garantizar atención para enfermedades graves como el cáncer y otros padecimientos crónico-degenerativos.
Los legisladores argumentaron que prohibir los vapeadores únicamente impulsará el mercado negro, sin control sanitario ni capacidad operativa para vigilar lo que se comercialice de forma ilegal, lo que pone en riesgo especialmente a adolescentes y jóvenes. Añadieron que Morena pretende criminalizar a la juventud con sanciones de hasta ocho años de prisión por portar un vapeador, penas equiparables a delitos como portación de armas sin licencia o fraude. Asimismo, advirtieron afectaciones al turismo —como ocurrió en Tailandia en 2018— debido al temor de visitantes extranjeros a ser sancionados, además del potencial aumento de actos de corrupción.
Los diputados priistas también denunciaron que la reforma profundiza la centralización del sistema de salud sin escuchar a las entidades federativas y sin garantizar servicios eficientes. Acusaron que Morena busca apropiarse del Fondo de Salud para el Bienestar y eliminar su obligación legal de atender enfermedades que generan gastos catastróficos. Criticaron la falta de medicamentos, vacunas, personal médico y equipamiento hospitalario, y afirmaron que la iniciativa legaliza el abandono hacia pacientes, particularmente niñas, niños y personas con cáncer.