El grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, encabezado por Rubén Moreira Valdez, rechazó la discusión y eventual aprobación del dictamen de la nueva Ley General de Aguas. Acusaron a Morena de intentar engañar a los productores del campo mediante una propuesta que —afirman— no realiza cambios de fondo y busca concentrar poder político en el gobierno federal y en la Conagua, afectando directamente a campesinos y pueblos originarios.
Durante la sesión, Moreira solicitó suspender el proceso legislativo y abrir un espacio para escuchar a una comisión de campesinos, pero su petición fue rechazada por Morena y el PVEM. Desde Tribuna, el priista presentó una moción suspensiva al señalar que el dictamen viola el artículo 2 constitucional al no consultar a pueblos indígenas y recordó que el PRI sí realizó foros en ocho estados con más de ocho mil productores. Otros legisladores del PRI denunciaron que la iniciativa prohíbe la transmisión libre de derechos de agua, dejando las concesiones sujetas a criterios discrecionales, lo que “divide la tierra del agua” y genera inseguridad jurídica. También criticaron la reciente desaparición de la Comisión Nacional de Zonas Áridas, organismo que —dijeron— apoyaba a los campesinos más pobres.
En reuniones previas, los diputados priistas advirtieron que el proyecto centraliza facultades en la Federación, reduce márgenes de acción para estados y municipios y carece de un análisis integral de impacto. Añadieron que los productores no buscan favores, sino diálogo y tiempo para una legislación viable que brinde certeza al campo mexicano. Enfatizaron que la verdadera oportunidad está en tecnificar el campo y aumentar recursos para mejorar su productividad. “El PRI elige proteger al campo”, reiteraron, al insistir en suspender la discusión del dictamen.