La diputada del PAN, Xóchitl Contreras, alertó que la nueva Ley General de Aguas aprobada en el Congreso de la Unión significa un retroceso para México al centralizar el control del recurso, marginar al sector agrícola y detonar una crisis económica que ya afecta de manera directa a la frontera. Señaló que la normativa convierte el acceso al agua en un permiso temporal del Gobierno Federal, lo que —dijo— genera incertidumbre y pone en riesgo la actividad productiva del país.
Contreras acusó que la ley impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum fue aprobada “al vapor” y sin consenso, ignorando las propuestas presentadas por agricultores en mesas de diálogo. Advirtió que la nueva regulación elimina concesiones, limita transmisiones de derechos y establece sanciones que criminalizan a los productores. Entre las consecuencias inmediatas destacó:
- 4,000 camiones detenidos de exportación,
- 4,000 camiones de retorno atrapados,
- Paros técnicos en la industria IMMEX,
- Afectaciones a la derrama económica de diciembre,
- Comercios al borde del colapso,
- Deterioro de la imagen nacional en el marco del TMEC.
La legisladora juarense alertó que la ley abre la puerta a un control político del agua mediante permisos revocables, nuevas obligaciones para municipios sin presupuesto y penas de cárcel por fallas administrativas. Contrastó esta situación con el Gobierno de Chihuahua, que —afirmó— sí ha mantenido diálogo y apoyo constante al campo. Reiteró el respaldo del PAN a los agricultores chihuahuenses, asegurando que defenderán el agua como un derecho y no como un permiso condicionado por el Gobierno Federal.