El diputado federal Rubén Moreira Valdez calificó al Tren Maya como un proyecto fallido, carente de planeación financiera, social y ambiental, y que representa un severo daño al erario público. Según el legislador priista, la obra ha costado más del triple de lo proyectado, opera al 10% de su capacidad y acumula pérdidas millonarias desde su inauguración. En el programa Con Peras, Manzanas y Naranjas, anunció que pedirá la comparecencia del director del Tren Maya, general Óscar David Lozano Águila, ante el Congreso, por la falta de rendición de cuentas sobre el presupuesto real del proyecto.
Durante la mesa de análisis, especialistas como Ignacio Loera, Miguel Ángel Sulub y Mario Di Costanzo respaldaron las críticas al Tren Maya. Loera denunció la deforestación de más de 6,600 hectáreas de selva —en su mayoría sin autorización legal— y la instalación de miles de pilotes que afectan cenotes y ecosistemas subterráneos en la península de Yucatán. Además, se alertó sobre el sacrificio de especies protegidas como el jaguar y el tapir, consideradas por el proyecto como “fauna nociva”. Los expertos también destacaron pérdidas superiores a los 3,400 millones de pesos solo en el primer trimestre de 2025, y un uso del tren equivalente apenas al 7% de su capacidad total.
Moreira y los analistas señalaron que el Tren Maya no ha cumplido con las promesas de desarrollo, conectividad ni fomento turístico. Denunciaron una ejecución con deficiente planificación territorial, estaciones mal ubicadas, horarios inadecuados y un sistema de boletaje excluyente. También criticaron los altos costos de viaje, la falta de operadores turísticos y la inoperatividad de los hoteles militares. “Nos vendieron un tren para el pueblo, pero lo usan tres personas por vagón. Es un fracaso que pagamos todos”, concluyó Moreira.