En reunión semipresencial, la Comisión de Vivienda, presidida por la legisladora Lilia Aguilar Gil (PT), aprobó con 25 votos a favor y una abstención, el dictamen de la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 4 y 8 de la Ley de Vivienda.
La propuesta define en la ley el concepto de vivienda adecuada como la que garantiza a sus ocupantes los siguientes elementos: seguridad de la tenencia, disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones, infraestructura, asequibilidad, habitabilidad, accesibilidad, ubicación y adecuación cultural.
De igual forma se definen los términos de seguridad de la tenencia como las condiciones que garanticen seguridad jurídica en cuanto a su propiedad o legítima posesión, contra el desalojo forzoso, el hostigamiento u otras amenazas.
Disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura, como el acceso permanente al agua potable, energía para la cocción de alimentos, calefacción y alumbrado; adecuadas instalaciones sanitarias, de almacenamiento de alimentos, eliminación de desechos, drenaje y a servicios de emergencia.
El gasto asociado a la vivienda no debe exceder el 30 por ciento del ingreso del hogar, ni poner en peligro el disfrute de otros satisfactores básicos o el ejercicio de sus derechos humanos.
Asimismo, habitabilidad, que el espacio sea suficiente y garantice la seguridad física de sus ocupantes; proporcionar protección contra condiciones climatológicas, riesgos para la salud y peligros estructurales.
Además, accesibilidad, el diseño y materialidad de la vivienda debe considerar las necesidades específicas de los grupos desfavorecidos y marginados, particularmente de personas con discapacidad.
También ubicación. La vivienda debe ubicarse en un lugar que permita el acceso a opciones de empleo, servicios de salud, escuelas, guarderías y otros servicios e instalaciones sociales; ubicarse fuera de zonas de riesgo o contaminadas.
Adecuación cultural. La manera en que se construye la vivienda, los materiales de construcción utilizados y las políticas en que se apoyan deben permitir adecuadamente la expresión de la identidad cultural y la diversidad de la vivienda.