Por segunda vez en menos de un mes, el diputado federal Rubén Moreira Valdez evidenció públicamente la baja ocupación del Tren Maya, incluso en plena temporada vacacional. Durante recorridos en los tramos Calakmul-Escárcega, en Campeche, y Bacalar-Chetumal, en Quintana Roo, el legislador documentó vagones prácticamente vacíos, donde solo viajaban él y sus acompañantes. La situación, según dijo, confirma la ineficiencia del proyecto y el enorme costo que representa para el erario público.
Moreira, coordinador parlamentario del PRI, señaló que por cada peso recaudado en boletos, se requieren 25 pesos de subsidio, lo que calificó como una situación insostenible. En 2024, detalló, el Tren Maya generó apenas 275 millones de pesos por venta de boletos, frente a gastos operativos de más de 2 mil 800 millones, además de recibir 26 mil millones en subsidios. El legislador acusó que, pese a la narrativa oficial de sustentabilidad y desarrollo, los datos muestran un fracaso financiero y ambiental, pues también denunció la tala de 10 millones de árboles y la afectación de al menos 119 cenotes sin permisos legales.
Ante este panorama, Moreira presentó un Punto de Acuerdo para que el director del Tren Maya, General Óscar David Lozano, comparezca ante la Comisión Permanente, y explique a fondo el estado financiero, operativo y ambiental del megaproyecto. Además, solicitó la presencia del Secretario de Turismo para detallar las estrategias de promoción, los hoteles construidos a lo largo de la ruta y el futuro de la aerolínea Mexicana de Aviación, advirtiendo que sin medidas urgentes, el Tren Maya podría consolidarse como un monumento a la improvisación.