El diputado federal del PRI, Miguel Alonso Reyes, rechazó contundentemente la nueva Ley en materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, al presentar una reserva al artículo 10 del dictamen. Durante la sesión extraordinaria, advirtió que esta reforma no representa un avance moderno, sino un intento por silenciar voces, eliminar contrapesos institucionales y concentrar el poder en una “superagencia” subordinada al Ejecutivo.
Alonso Reyes señaló que el dictamen propone la eliminación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y entrega facultades discrecionales para suspender transmisiones sin orden judicial, lo que —según el legislador— abre la puerta a la censura digital. Asimismo, alertó sobre el riesgo que representa para la privacidad de los ciudadanos, al permitir el acceso a comunicaciones personales sin garantías constitucionales, ignorando las voces de especialistas, sociedad civil y oposición.
El legislador priista enfatizó que no se puede guardar silencio frente a una iniciativa que pone en riesgo las libertades fundamentales, la confidencialidad de las comunicaciones y la protección de datos personales. “Queremos un México conectado, no controlado”, expresó, al reiterar que su bancada votará en contra de una ley que calificó como regresiva, autoritaria y contraria a los principios democráticos.