Los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) votaron en contra de la reforma que establece la prisión preventiva oficiosa, argumentando que esta medida vulnera derechos humanos fundamentales y constituye una falsa idea de justicia. La bancada del PRI, encabezada por Rubén Moreira, señaló que esta reforma no aborda las verdaderas causas de la inseguridad, sino que busca una solución rápida y fácil, pero injusta, al recurrir al encarcelamiento sin pruebas. En su postura, los legisladores advirtieron que el sistema de justicia penal acusatorio se vería revertido, regresando a prácticas del sistema inquisitorio que violan la presunción de inocencia, principio esencial de la democracia.
Los diputados priistas, entre ellos Alejandro Domínguez, Graciela Ortiz y Arturo Yáñez Cuellar, criticaron el intento de la mayoría legislativa de hacer prevalecer la prisión preventiva como una respuesta «dictatorial» y no como una medida excepcional. En un firme pronunciamiento, resaltaron que la medida no sólo afecta a la población más vulnerable, sino que también va en contra de tratados internacionales y compromisos adquiridos por México en materia de derechos humanos. «No se puede criminalizar a los pobres, que son quienes más sufren las consecuencias de un sistema que castiga la pobreza y no la delincuencia», afirmó Domínguez en tribuna.
El PRI también cuestionó la efectividad de la prisión preventiva para reducir la criminalidad, señalando que sólo un pequeño porcentaje de las personas encarceladas preventivamente son declaradas culpables, mientras que la mayoría son inocentes. Además, los legisladores señalaron que la reforma no contribuye a una verdadera profesionalización del sistema de justicia, sino que promueve el hacinamiento en las cárceles y debilita las capacidades de investigación del Ministerio Público. La bancada tricolor hizo un llamado a priorizar una justicia que garantice el debido proceso, el acceso a una defensa adecuada y, sobre todo, el respeto a los derechos humanos.