Desde hace siete años, México enfrenta una escalada de violencia que ha dejado miles de víctimas y una sociedad cada vez más vulnerable. El PRI responsabilizó al Gobierno de Morena por la crisis de inseguridad que vive el país, señalando que la política de “abrazos, no balazos” ha fracasado y permitido el crecimiento del crimen organizado, que hoy controla cerca del 60% del territorio nacional.
Violencia imparable y cifras alarmantes
El tricolor denunció que el país se ha convertido en un “cementerio nacional”, con más de 227 mil asesinatos, 6 mil feminicidios y 130 mil personas desaparecidas. Casos como el del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, y el líder agrícola Bernardo Bravo Manríquez, muestran —según el partido— la vulnerabilidad de quienes se oponen al narcogobierno. El PRI advirtió que enfrentar al crimen organizado y al gobierno actual representa “un riesgo altísimo”, pero necesario para evitar que México se convierta en una gran fosa común.
Exigen justicia y un cambio de rumbo
En un pronunciamiento firme, el PRI exigió la renuncia de los responsables de la política de seguridad actual y pidió una nueva estrategia nacional que incluya cooperación internacional. El partido llamó a la paz y la reconciliación, pero también a mantener una postura crítica y activa frente a lo que calificó como “la etapa más oscura de la vida democrática mexicana”. “Hay que levantar la voz por México —subraya el comunicado—, porque la situación es crítica en todo el país”.