El coordinador parlamentario Rubén Moreira adelantó que, en caso de aprobarse tal y como está, el GPPRI interpondrá una controversia constitucional.
Este lunes, se realizó un foro de análisis y discusión sobre la iniciativa de ley que propuso el Gobierno federal denominada Ley de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación, organizado por la diputada federal Melissa Vargas, y encabezado por el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, Rubén Moreira Valdez, y el legislador Brasil Acosta, secretario de la Comisión de Ciencia y Tecnología.
Los académicos e investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México, del Tecnológico de Monterrey y de diversas universidades privadas; así como investigadores del Conacyt, presidentes de clusters de investigación y dirigentes de organismos empresariales en las vertientes de tecnología e innovación coincidieron en qué tal como está planteada la iniciativa del Ejecutivo federal significa un retroceso grave para la ciencia en México.
El diputado Brasil Acosta expuso lo que contiene esta ley, entre ellos la desaparición del Conacyt y la prohibición de los fideicomisos, lo que pone en riesgo las investigaciones múltiples anuales.
En su turno la diputada Melissa Vargas señaló que todas sus propuestas serán llevadas a discusión al recinto de San Lázaro, ya que es necesario que su voz sea escuchada.
Al cerrar el evento, el coordinador Rubén Moreira aclaró que llevarán todas sus preocupaciones a la Junta de Coordinación Política; sin embargo, en caso de aprobarse tal y como está, el Grupo Parlamentario del PRI interpondrá una controversia constitucional para que suspenda la iniciativa, que pone en riesgo la autonomía de la educación y la libertad de expresión.
Invitó a los catedráticos a expresar su opinión y preocupaciones en los medios a su alcance, así como exponer a sus diputados su punto de vista, ya que el sector académico y de la ciencia en México debe ser escuchado.
En su intervención el Doctor Eric Rosas, presidente del Clúster Mexicano de Fotónica, A. C; señaló que efectivamente se necesita de un nuevo y moderno marco legal para fomentar la investigación científica y el desarrollo tecnológico, y requiere igualmente del diseño de una política industrial que tenga como eje toral a la innovación; pero pretender hacer estas tres actividades dentro de un mismo marco legal podría terminar por enfundarlas en una camisa de fuerza que les impida a las tres el desarrollarse adecuadamente.
Enfatizó que una nueva Ley de Ciencia y Tecnología en México tendría que fomentar el desarrollo de la infraestructura científica, que permita garantizar plenamente el derecho humano a la ciencia y a los beneficios derivados de ésta, no sólo a los mexicanos, sino a la humanidad entera.
Por su parte, la Doctora Leonor Delgadillo, investigadora nivel II del Conacyt señaló que la iniciativa carece de perspectiva de género, por lo que no toma en cuenta las necesidades de las mujeres que hacen Ciencia, por lo que se retrocedería en la participación de este sector. Además, cuestionó el riesgo que existe al quitar la obligatoriedad de incrementar anualmente el presupuesto a la ciencia en México.
En este mismo sentido, Julián Sobrino Díaz, presidente de la Cámara Nacional de las Artes Gráficas en el Estado de México, expresó su preocupación al nulificar al sector privado de esta iniciativa de ley en la creación de Ciencia, ya que justo refirió que de los 4 fondos y fideicomisos con que cuenta el Conacyt para subsidiar sus actividades son privados.
La Doctora María del Socorro Romero Figueroa, Investigador Asociado de la Universidad Anáhuac y Coordinadora de Investigación Campus S XXI, manifestó su preocupación por la centralización de la ciencia al dejar fuera del consejo a sectores importantes de la sociedad y priorizar a las dependencias de Estado como la Secretaría de la Defensa Nacional, como si se tratara de militarizar la Ciencia.