La reciente aprobación de la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión en México ha generado una fuerte reacción en el Congreso, particularmente por parte del Grupo Parlamentario del PRI, quienes denunciaron que con esta normativa “muere la democracia” y se institucionaliza la vigilancia masiva. A través del diputado Erubiel Alonso Que, los legisladores priistas manifestaron su voto en contra y advirtieron que esta ley representa un grave retroceso en materia de derechos y libertades fundamentales.
Durante su posicionamiento en tribuna, Alonso Que afirmó que esta legislación conduce al país hacia un modelo autoritario al permitir al gobierno intervenir en la vida privada de los ciudadanos, controlar sus comunicaciones y limitar la libertad de expresión. Según el legislador, el uso de tecnologías como la CURP biométrica y la geolocalización sin orden judicial convertirán al Estado en un ente omnipresente, con poder para vigilar cada mensaje, llamada, ubicación y transacción de los mexicanos.
Los diputados priistas alertaron que la conectividad prometida por el gobierno es un pretexto para consolidar un sistema de control, donde incluso las redes sociales dejarán de ser espacios libres para convertirse en herramientas del poder. Concluyeron su intervención subrayando que no permitirán que se imponga una dictadura disfrazada de modernización, y que defenderán el derecho a disentir, opinar y vivir sin miedo.