La bancada del PRI en la Cámara de Diputados votó en contra de la Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos, impulsada por el gobierno federal, al considerar que concentra excesivamente el poder en una Agencia de Transformación Digital sin contrapesos, amenaza el federalismo y pone en riesgo los derechos ciudadanos. Los legisladores priistas acusaron que esta ley no busca simplificar la vida pública, sino controlar y vigilar a la población mediante un expediente digital ciudadano que concentraría información sensible.
Durante el debate, los diputados Arturo Yáñez, Verónica Martínez y Socorro Jasso, junto al coordinador Rubén Moreira, señalaron que la iniciativa presidencial impone un modelo único desde el centro del país, sin consultar a estados ni municipios, eliminando la diversidad normativa regional. Además, advirtieron que la creación de una súper agencia con facultades técnicas, normativas y evaluadoras sin supervisión efectiva equivale a instaurar un aparato autoritario al servicio del poder central. La automatización de procesos, añadieron, también deja en el aire el futuro laboral de miles de trabajadores del sector público sin planes de reconversión o garantías laborales.
Los priistas criticaron que esta reforma impone la digitalización como la única vía válida de relación con el Estado, lo cual discrimina a sectores vulnerables que aún dependen de documentos físicos. Alertaron sobre los riesgos de seguridad y abuso de poder si se manipula o bloquea el sistema digital. Para el PRI, la propuesta del Ejecutivo representa un proyecto centralista y de control masivo, no una verdadera política de mejora administrativa.