El diputado federal Rubén Moreira Valdez y el conservacionista Ignacio Loera advirtieron sobre el daño ambiental que provoca la industria de la “fast fashion” o moda rápida, al señalar que este modelo de consumo privilegia la velocidad de producción sobre la durabilidad y sostenibilidad de las prendas. Durante su participación en el programa “Con Peras, Manzanas y Naranjas”, ambos coincidieron en que es urgente frenar el consumo desmedido y promover hábitos de compra más responsables.
Loera expuso que esta industria produce más de 150 mil millones de prendas al año, de las cuales el 60% se desechan en menos de un año. Esta práctica no solo genera toneladas de residuos textiles, sino también niveles alarmantes de contaminación: entre 60 y 90 mil millones de prendas terminan en basureros o incineradores, liberando microplásticos y emisiones contaminantes equivalentes a 50 billones de botellas de plástico. Además, el teñido de telas representa el 20% de la contaminación global del agua, y la industria de la moda es responsable del 10% de las emisiones de dióxido de carbono en el planeta.
En México, el panorama es crítico: solo el 5% de los textiles se recicla, frente al 15% en Estados Unidos y el 10% a nivel global. De esa cifra mundial, apenas el 1% se reutiliza para crear nuevas prendas. Por ello, Moreira y Loera hicieron un llamado a priorizar la reutilización, apoyar la producción nacional y fomentar alternativas como los bazares. “No podemos seguir pagando con el medio ambiente el precio de una moda que dura semanas”, concluyó el legislador.