En diciembre de 2024, México registró la pérdida de 405 mil 259 empleos formales, la cifra más alta en los últimos diez años, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Aunque se reconoce que este descenso tiene un componente estacional relacionado con la conclusión de contratos temporales, la magnitud de la cifra refleja una tendencia preocupante en la creación de empleo, que se ha visto limitada a lo largo del año debido a factores estructurales y una economía debilitada.
Durante todo el 2024, el país logró crear solo 213 mil 993 empleos formales, un crecimiento anual de apenas 1.0%, la cifra más baja desde la crisis de la pandemia en 2020. Este dato está muy por debajo del promedio histórico de los últimos diez años, que supera los 500 mil empleos anuales, y dista mucho de los 1.2 millones de puestos que se necesitan para cubrir la demanda laboral de los jóvenes. La informalidad también sigue siendo una preocupación constante, con un aumento de la tasa nacional al 54.5% en noviembre de 2024. Las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), clave en la economía nacional, enfrentan altos costos operativos y laborales, sin apoyos suficientes del gobierno, lo que agrava la situación.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) insta al gobierno a implementar políticas que fomenten la formalización del empleo, con incentivos fiscales y un entorno jurídico estable que atraiga la inversión tanto nacional como extranjera. Además, se destaca que la incertidumbre jurídica y la creciente inseguridad son factores que desincentivan la creación de nuevos puestos de trabajo. En este contexto, la COPARMEX apuesta por un 2025 con un enfoque en la reactivación económica y el fortalecimiento de las MiPymes, promoviendo un modelo de desarrollo inclusivo que beneficie a todos los sectores de la sociedad.