Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados votaron en contra de las reformas a la Ley de Amparo y las acciones de inconstitucionalidad, alegando que representan un abuso de poder y un retroceso en los derechos humanos. Los legisladores, encabezados por Rubén Moreira, señalaron que estas modificaciones buscan proteger los intereses del poder en lugar de garantizar los derechos del pueblo. Además, enfatizaron que las reformas afectan un sistema garantista que ha costado décadas consolidarse en México.
Los priistas argumentaron que el cambio propuesto a la Ley de Amparo y a las controversias constitucionales debilita la capacidad del pueblo para defenderse de los abusos del poder. Aseguran que, con estos cambios, cada individuo deberá promover un juicio de amparo cuando una norma inconstitucional lo afecte, lo que representa una carga innecesaria y una limitación al acceso a la justicia. También criticaron la imposibilidad de suspender la norma cuestionada en las acciones de inconstitucionalidad y señalaron que este tipo de reformas debilitan la democracia al poner en peligro la independencia del Poder Judicial y la división de poderes.
Los legisladores del PRI subrayaron que estas reformas reflejan un intento de concentrar el poder y socavar las instituciones democráticas del país. Aseguraron que este proceso puede derivar en un Estado autoritario, donde la Constitución ya no proteja a la sociedad, y el país corra el riesgo de convertirse en una dictadura. Finalmente, reafirmaron que su partido continuará luchando en defensa de la Carta Magna, que consideran un bastión de la democracia y los derechos humanos en México.